lunes

Lo que los dólares no pueden comprar

Era tarde en la noche cuando el teléfono timbró.Corrí a contestarlo y oí la voz de una amiga mía.Por su voz baja y pausada comprendí que estaba aturdida.Por unos minutos sólo hubo silencio y después le hice una pregunta:Te hacen falta,¿verdad?Pero en vez de palabras escuché sólo llanto.
Hacía unos días había salido en busca de una mejor vida para sus hijos.La desesperación por falta de dinero y la negligencia de un esposo que no proveía,la hicieron tomar la decisión de la cual ahora se arrepentía."Me hacen tanta falta",me dijo."Dios sabe que estoy muy arrepentida.Ahora tengo dinero para alimentar y vestir a mis hijos pero entre más les compro,más siento el vacío en mi corazón.Estoy perdiendo la oportunidad de ver a mis hijitos crecer y desarrollarse;están creciendo sin mi calor que los dólares no pueden comprar.Le pido a Dios que me ayude a soportar un tiempo más y regresar a donde me corresponde...a mi hogar.Cubriré a mis hijos de besos,inclinaré el oído a sus voces y los llevaré a la casa de Dios para que aprendan de Jesús.Porfavor,ora por mí,y comparte esto con otras madres para que no tomen la decisión que tomé yo,sino que más bien provean para el alma de sus niños,lo cual es gratis,y durará eternamente."
Silvia Pérez de Gingerich
Cuan común es esta situación en estos tiempos,en nuestro país son muchas las madres  que deben salir a trabajar y dejar a sus pequeños atras ,sintiendo este vacio en sus almas y a veces tratando de llenar este vacio con el materialismo,los jovenes crecen sin tener presente a sus padres y por ende sin limites,sin identidad,sin parametros en sus vidas,cayendo en tendencias autodestructivas ,sin Dios ,confian en sus propio logros
y asi sigue este patron destructivo en nuestra sociedad,cuan necesario y irremplazable es la presencia fisica como emocional de los padres en el hogar.
Lo correcto no siempre es lo más fácil,pero síempre es lo mejor.
Zeidler

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