Mientras escuchaba el mensaje de la verdad(que Dios puede cambiar los corazones de los perdidos a través de la fe en Cristo)de repente sintió su "extrañamente caliente".En ese momento,a las 8:45 de la noche,el gran John Wesley cayó humillado ante la gracia salvadora de Cristo Jesús.
"Yo sentí que confié en Cristo,sí solamente en Cristo para mi salvación",Wesley escribió"y me fue dada una seguridad:que Él había tomado mis pecados,inclusoa mí mismo,y me había salvado de la ley del pecado y la muerte"(Diario-1738).
La emoción sobre el cambio que ocurrió dentro de él fue respaldada por la noticia de que su hermano Charles también había recibido la salvación,tan solo tres noches antes.Aquellos hermanos dificilmente pudieron contener su entusiasmo cuando se reunieron para discutir sus experiencias.
Mientras ellos se regocijaban juntos cantaron un himno de adoracion al Señor de la salvación
Donde ha de comenzar mi alma perdida:¿Cómo he de aspirar al cielo?
Un esclavo redimido de la muerte y el pecado.
Alguien librado del fuego eterno,
¿Cómo he de igualar la triunfante resurrección,o cantar la adoración a mi gran libertador?
El Señor tenía claramente un plan para John y Chasles cuando reveló Su verdad y vertió su amor sobre ellos en forma casi simultánea.Pero estos milagros fueron sólo el comienzo.Los hermanos Wesley,y el mundo entero,serían cambiados para siempre.El autor Basil Miller describe la trasformación de los Wesley de la siguiente forma:"la gloria había descendido y John estaba en el camino divinamente establecido...vaciándose a sí mismo del yo,Dios había venido"
Con abundante fe y nueva valentía,Wesley se preparó para extender las buenas nuevas a todo aquel que quisiera escuchar.A través de todo el pais,él comenzo a hablar en lugares abiertos a las multitudes.Cuando fue cuestionado por su hermano Samuel acerca del mensaje y su entrega no tradicional,Wesley respondió con lo que sería su credo personal"yo miro al mundo como mi parroquia...en cualquier lugar de éste,yo soy,yo juzgo...mi deber solemne de declarar a todos los que están dispuestos a escuchar las buenas nuevas de salvación.
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