Mientras las multitudes crecían,así también crecían la exuberancia de John por compartir el testimonio de su cambio milagroso.Nunca más volvió a temer lo que el mar o el hombre podrían hacerle.Él ahora estaba al servicio de su Señor y Salvador personal.
En los pocos años de vida de Wesley,él pudo mirar a una congregación próspera de creyentes dedicados,a un grupo de "Metodistas"unidos por creencias comunes acerca de la justificación por fe,el nuevo nacimiento por el Espíritu Santo,y la búsqueda de la "perfección cristiana"-el incondicional amor por Dios y los demás.
Aunque Wesley dejó sus confines terrenos para encontrarse con su Señor el 2 de marzo de 1791,su legado vive aún en las vidas de muchos que él tocó.Sus obras escritas continúan hablando después de casi trescientos años de su composición.La Iglesia Metodista que él fundó,en la actualidad,ha sido bendecida con más de 33 millones de miembros en 108 países(CONSEJO MUNDIAL METODISTA,2001),y sus fuertes y apasionados sermones permanecen como tópicos de agitadas discusiones entre los catedráticos.
El logro más importante en su vida fue la decisión que hizo,de rodillas,en Aldersgate.Aquella aceptación de un hombre humilde al sacrificio expiatorio de Dios,resultó en miles,tal vez millones de personas que han escuchado las buenas nuevas de redención disponibles solamente en Cristo Jesús.
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