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Perpetua

La cesación de la persecución en Asia Menor,después de la muerte de Policarpo,no se aplico a todo el Imperio Romano.La persecución continuó en otros lugares,y durante los primeros años del siglo tercero se volvió general y bien coordinada,sobre todo en el norte de África donde Perpetua y su sierva Felícitas fueron ejecutadas.
Bajo el gobierno del emperador Séptimo Severo ,unas décadas después,ocurrió la primera persecución intensa y general.En 202 él proclamó un edicto que prohibía la conversión al cristianismo o al judaísmo.El emperador mismo adoraba a Serapis,una deidad egipcia de los muertos,y temía que el cristianismo fuera una amenaza para su propia religión.Aunque el edicto iba dirigido principalmente a los nuevos conversos,tanto éstos como los líderes de la iglesia sufrieron persecución.
En Cartago,la persecución del emperador se dejó sentir con más fuerza.En esa gran ciudad romana del norte de África,el crecimiento del cristianismo alarmaba a los funcionarios,y el edicto del emperador se extendía a cualquiera que "enseñara o hiciera conversiones".Entre los cristianos d Cartago estaba Saturo,un diacono que daba clases de catecismo a un grupo de conversos.Vibia Perpetua madre de un bebé,y su sirvienta Felícitas,quien tenía ocho meses de embarazo,habían ingresado en la clase y estaban entre los afectados por el edicto del emperador.No se sabe nada del esposo de Perpetua,pero los historiadores han dicho que tal vez había fallecido anteriormente o quizá la había abandonado por su nueva fe.Los otros condenados a muerte fueron Saturo y otros tres hombres.
La historia personal de Perpetua ha sido conservada en un documento del siglo tercero,La pasión de Perpetua y Felícitas,que se cree tiene fundamento en diarios y apuntes de Perpetua y Saturo.En esta historia,Perpetua cuenta las humillaciones y la tristeza de su padre,un respetable noble,sufridas cuando se le informó que su única hija había sido arrestada y puesta en la cárcel como una criminal común.El fue enseguida y le rogó que renunciara a la nueva fe que estaba estudiando.Cuando ella se negó a hacerlo,él se enojó tanto que amenazó con pegarle,pero ella no se inmutó.
No obstante,pronto se demudó el imperturbable semblante de Perpetua.Lo que su estricto padre no había podido conseguir,lo hizo su indefenso bebé.Ella estaba "loca de ansiedad",casi hasta la desesperación,cuando dos cristianos le llevaron el hijito a la prisión.
Alimenté al bebe,que estaba débil de hambre.En mi ansiedad hablé con mi madre acerca del niño,trate de consolar a mi hermano y les encargué a mi hijo.Yo tenía mucho dolor porque los veía sufrir por compasión de mí.Estas fueron las pruebas que tuve que soportar por muchos días.Entonces conseguí permiso para tener a mi bebe conmigo en la prisión.Enseguida recuperé la salud,al quedar libre de la preocupación y la ansiedad que sentía por el niño.
Al acercarse la fecha de la ejecución,la crisis familiar se agudizó más.Su padre vino a la prisión y otra vez le rogó que pusiera las consideraciones familiares por encima de su credo."No te separes por completo de nosotros;pues ninguno de nosotros podrá volver a andar con la frente alta si te pasa algo".Pero la fuerte joven no se doblegaba:"En el patíbulo se hará conforme a la voluntad de Dios;pues sé que no hemos sido puestos en nuestro propio poder sino en el de Dios".Al día siguiente cuando su padre supo que la iban a echar a las fieras en el circo,trato de rescatarla.Aunque ese fue un acto heroico de compasión,las autoridades ordenaron que se azotara al anciano.La escena fue muy triste."Me acongojé por la suerte de mi padre, escribió Perpetua,como si yo misma hubiera sido la azotada".
Al terminar el juicio,la suerte de los prisioneros quedó decidida y pasaron los últimos días antes de la ejecución en meditación personal,"más preocupados por su dignidad y su lealtad a Cristo, según Wright,que por el sufrimiento que les esperaba".Se reunieron para orar,compartieron su última cena,su ágape,o fiesta de amor,y le testificaron acerca de su fe a la multitud que estaba afuera.
El día de la ejecución los prisioneros fueron traídos al circo donde,según la costumbre romana,se torturó a los hombres primero,para divertir a la multitud,antes de ejecutarlos.Saturo se detuvo a la entrada para dar una última palabra de testimonio a Prudencio,el carcelero,quien después se convirtió  a Cristo y fue martirizado también.A los hombres se les envió al circo con un oso,un leopardo y un jabalí.Saturo quedó tan ensangrentado y mutilado después de su martirio que los espectadores se reían de él,y gritaban:¡"El está bien bautizado"!.A Perpetua y a Felícitas,quien había dado a luz en la prisión,se les desnudó y envió al circo donde fueron atacadas por una "novilla enfurecida".La sangrienta tortura pareció excesiva a la multitud que comenzó a gritar:¡"Basta"!.
Cuando terminó aquel espectáculo preliminar,las jóvenes fueron llevadas al verdugo,y Perpetua les gritó entonces a sus entristecidos amigos cristianos:"Proclamad la Palabra a los hermanos y hermanas;permaneced firmes en la fe;amaos los unos a los otros y que  nuestro sufrimiento no se convierta en estorbo para vosotros".La llevaron después al gladiador que la degollaría.Y asea por vacilación o por falta de practica,su primer golpe no fue suficiente.Perpetua gritó de dolor y tomó la temblorosa mano del gladiador y dirigió la espada a su garganta para que terminara su angustia.
Después de esta oleada de persecución,siguieron cincuenta años de relativa paz,y en ese período,la iglesia siguió creciendo constantemente.Muchas personas que tal vez no hubieran podido  sufrir la misma prueba de Perpetua y sus compañeros fueron atraídas por su ejemplo a una fe que demostraba tal valor y serenidad.
 Adaptado.Hasta lo último de la tierra.
Ruth A.Tucker.

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