lunes

El Espíritu Santo en la vida del hombre.

Esta sección concierne a las diversas operaciones del Espíritu Santo en relación con el individuo.
1.Convicción.
En Juan 16:7-11,el Señor Jesús describe la obra del Consolador en relación con el mundo.El Espíritu Santo procederá cual un fiscal,por así decirlo,tratando de obtener la declaración divina de culpabilidad contra los que rechazan a Cristo.Declarar culpable significa haber demostrado más allá de toda disputa verdades de otra dudadas o descartadas;haber probado más allá de toda duda la veracidad de los cargos hechos contra vida y conducta.Los hombres no comprenden realmente lo que es el pecado,la justicia o el juicio,y por lo tanto necesitan de que se les convenza de las verdades espirituales.Por ejemplo,sería inútil argüir con una persona que declara que no puede ver belleza alguna en una rosa,pues esa capacidad revela claramente falta de percepción de la belleza.El sentido de la belleza debe ser despertadas por el Espíritu Santo.El Espíritu Santo convencerá al hombre de las siguientes verdades:
a.El pecado de incredulidad.Cuando Pedro predicó el día Pentecostés,no tuvo nada que decir con respecto a la vida licenciosa del pueblo,su mundanalidad y codicia;no entró en detalles con respecto a la vida depravada de la gente,con el propósito de avergonzar la.El pecado del que la acusó,y del que le mandó que se arrepintiera fue el de haber crucificado al Señor de gloria;el peligro del que advirtió a la gente fue el de rechazar al Señor Jesús frente a tal cúmulo de pruebas.
El pecado de la incredulidad es descrito aquí como el único pecado,porque,según las palabras de un erudito"donde él actúa,todos los demás pecados son retenidos y cuando él parte,todos los demás pecados desaparecen".Es la "madre de los pecados",porque produce nuevos pecados y porque es el pecado que está en contra del remedio para el pecado.El Dr.Smeaton dijo en cierta oportunidad lo siguiente:"A pesar de lo grande y peligroso que es este pecado,tal es la ignorancia que rodea al hombre,que la criminalidad de dicho pecado es completamente desconocida hasta el momento que el Espíritu Santo,el Consolador,lo revela en forma inequívoca.La conciencia puede convencer al hombre de los pecados ordinarios,pero nunca del pecado de la incredulidad.Sólo el Espíritu Santo puede revelar al hombre la enormidad de este pecado".




Pearlman



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